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Un cuento con vocabulario explicado 
El vuelo de la ramita seca
n un pequeño bosque habitaba un frondoso árbol que en cada temporada lucía con gran esplendor, tanto en el verdor de sus ramas como en el colorido de sus flores y el dulzor de sus frutos. Bandadas de aves, volaban a su alrededor, se posaban en sus ramas, comían de sus frutos, y hasta construían nidos en sus ramas. Todo transcurría normalmente hasta que una tarde, un pájaro solitario se posó en una de sus ramas, y ésta aprovechó para dialogar con él:
-Tú, que puedes volar y seguramente has ido detrás de aquella montaña, ¿cómo es aquel lugar?
-Es muy parecido a este lugar, sólo que hay pocos árboles y muchas personas, le contestó la pequeña ave.
-¿Personas…? ¿Qué son personas?
-Son seres vivos igual que tú y que yo, pero que no pertenecen a nuestro reino, y, según he escuchado, son superiores a nosotros.
-¿Y por qué no vienen para el bosque?, preguntó la verde rama.
-Porque es muy difícil llegar aquí sin tener alas.
Y así comenzó una amistad que fue creciendo cada día, alimentándose de conversaciones diarias con preguntas y respuestas.
Un día, la verde rama, le dijo al pequeño pájaro: “Yo quiero ir tras la montaña, y como no puedo ir por mis propios medios, quiero que tú me lleves cuando vayas”.
-No puedo llevarte, le dijo el pajarito a la rama, pues para hacerlo debo desprenderte del árbol y eso significa que perderás tu verdor y se te caerán las hojas, y al poco tiempo te quedarás sin vida.
-No importa, pase lo que pase quiero ir, contestó la rama.
El árbol, que estaba escuchando, intervino en la conversación y le dijo al pajarito, al verlo tan preocupado: “¡No temas, mis ramas y mis hojas son mis hijos, y algún día habrán de abandonarme para salir volando en busca de su propio destino!”
-Entonces, ¿que puedo hacer para llevar a tu hijo para que vea la montaña?
-Ven dentro de algunos días y estará listo para ir contigo.
Pasaron algunos días y el pajarito volvió de nuevo al árbol para ver qué había pasado con su amiga la ramita verde y su padre el frondoso árbol. Al llegar al sitio casi cae desmayado al ver que la ramita ya no estaba verde, pues estaba completamente seca y sin hojas, luciendo un característico color marrón.
-Pero, ¿qué ha pasado aquí?, preguntó el avecilla
-Nada, respondió la rama, que he madurado y estoy lista para emprender mi camino. Y acto seguido se desprendió del árbol y cayó al suelo.
El pajarito pensó recogerla con su pico y llevarla a volar por aquel lugar que tanto había soñado; pero, de repente, la pequeña rama cobró vida y levantó su propio vuelo convirtiéndose en libélula, y junto con su pequeño amigo emprendieron el viaje para disfrutar el paisaje lejano detrás de la montaña. Desde ese día la ramita seca encontró su nueva forma de vivir, sin verdor ni hojas, pero eso sí, empujada por el rápido vuelo de sus inquietas alas.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Glosario:
1. tr. Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, etc.
2. fr. fam. Tomar el camino con la finalidad de llegar a un punto. ^
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1. adj. Abundante en hojas y ramas. 2. Abundante en árboles que forman espesura. ^
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1. intr. Tomar parte en un asunto.
2. Sobrevenir, ocurrir, acontecer. ^
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